miércoles, 12 de diciembre de 2012

Fragmento del libro "EL REINO DE AKABA"





(Un duende bueno y servicial)



Fragmento del libro


  EL REINO DE AKABA
 (un párrafo sobre duendes y otros asuntos imposibles)

  
El duende de grandes ojos grises se me acercó lentamente. Yo me encontraba completamente quieto, sin ninguna capacidad de movimiento, aunque lo quisiera, aguantándome el pulso para no llegar a sobresaltarle (porque yo tenía la certeza de que podría escuchar perfectamente los latidos de mi corazón y quizá, pudiera éste asustarse ante tamaño estruendo de tambores y timbales).
Sin mover los labios, tal y como sólo ellos lo saben hacer cuando quieren comunicarse íntimamente con los mortales, pude percibir un leve susurro dentro de mi oído que me preguntaba:
  • Sabes con certeza, cual es el objeto de mi visita y lo que espero de ti ¿no?
  • Sí, creo que sí - dije balbuciendo -, he esperado durante mucho tiempo este momento, y estoy tremendamente emocionado con tu visita.
  • ¿Te das cuenta de lo significa para ti y para “mi mundo”, el paso que estamos a punto de dar, el grado de compromiso que vas a adquirir y las obligaciones que te acarrearán por ello, en el futuro inmediato?
  • Sí, soy consciente de todo, y mi compromiso final continúa siendo inamovible.
  • ¿Estás preparado para escribir esas historias que tanto deseas y que de manera inminente, están a punto de llegar a ti?
  • Sí, estoy preparado - contesté con firmeza -
  • ¿Cuales serán los contenidos de las mismas?
  • Versarán sobre sueños imposibles, quimeras escondidas en la mente de los humanos y que luchan incansablemente por salir indemnes de su prisión.
     El duende,  sin previo aviso, cambió de postura y con un chasquido de sus dedos, se trasladó desde mi hombro derecho, camino del izquierdo. Continuó susurrándome cerca, muy cerca de mi, casi desde dentro de mi oído.
  • ¿Y los personajes?, ¿serán seres humanos complejos o por el contrario, participarán con sencillez de la historia?
  • A veces serán los unos y a veces, los otros. También tendrán cabida numerosos animales, porque éstos tienen muchos rasgos comunes con los humanos y sin embargo, a menudo, invitan a mejor trato.
  • ¿Tendrán finales felices o acaso éstos serán tristes y dramáticos? ¿ les acompañarán, moralejas inteligentes y sesudas?
  • Serán historias maravillosas y sencillas, con finales portentosos y asequibles al entendimiento. No puedo permitirme hoy en día, dar consejos ni soluciones milagrosas a nadie, pero sí mostrarles un camino a seguir y un final en el que desembocar. Cada cual deberá interpretar las cosas a su manera y elegir las veredas por las que transitar.
  • ¿Serás dichoso escribiéndolas?
  • Cuando cojo la pluma me transformo y mi rostro se relaja y se me estiran las arrugas de preocupación que ocupan mi frente. Sí, seré plenamente feliz y dichoso.


(te otorgará riqueza y gloria, siempre que las merezcas)


Copyright Faustino Cuadrado